
“Y si lleva la dieta y el tratamiento al pie de la letra, en un año podría llegar a las 200 libras que ella sueña pesar”, informó Ramón Rosario, quiropráctico que la atiende, a través de Ada Guzmán, relacionista pública de la Fundación Cruz Jiminián. Esta entidad cubre las consultas, medicamentos y transporte de Elena, de 39 años, quien vio su salud seriamente afectada por la obesidad.
Hoy fue pesada en una balanza de una herrería, ya que por su peso excesivo dañó dos balanzas tradicionales.