SANTO DOMINGO.- Rosa María Peña continúa recibiendo a sus vecinos en la casa número 101 del sector Capotillo, luego de que el pasado sábado un calendario con la imagen de Cristo supuestamente derramara lágrimas de sangre.Peña asegura que los residentes del popular sector capitalino empezaron a llegar desde las 5:00 de la mañana a su casa, para orar, cantar y glorificar a la imagen del Cristo.
Sin embargo, la sangre, específicamente en los ojos y la frente de la imagen, ya estaba seca.
“Desde las 5:00 de la mañana la gente está aquí, no me dejaron ni dormir. Jesucristo dejó de llorar, pero para mí, él va a seguir haciendo obras por todo este hogar. Estoy bien contenta al ver a toda esta gente acompañándome y admirando este milagro”, afirmó Peña.
El altar improvisado, que los moradores tenían desde el sábado a las 10:00 de la mañana, fue trasladado al interior de la casa. Esto, porque la cantidad de creyentes y curiosos se redujo.
